viernes, 30 de septiembre de 2016

Hábitos Saludables

A todos nos ha pasado que tras un día atareado necesitemos una siestecita o se nos antoja un frappé en la tarde, ante lo cual decidimos “bueno, por día no pasa nada”. El detalle es que tras varios días, estos placeres culposos se van convirtiendo en hábitos que no son saludables. Necesitamos recordar que el cuerpo es como una máquina que requiere ciertos cuidados y mantenimiento de forma regular.
Para hacer un cambio positivo, es importante pensar en qué hábitos tenemos y cuáles nos gustaría adquirir, a continuación les dejamos un listado de hábitos y sus recomendaciones.


Rutinas diarias – Lo más importante de este punto, es ser constantes. Si siempre te toca despertar a las 6 de lunes a viernes, ya sea por el trabajo o la escuela, lo debemos hacer incluso los días que no nos toca.
Alimentación sana – Para este punto, la recomendación es acudir con un profesional que tenga el panorama general para dar recomendaciones. De nuevo, la constancia es clave. Esto no implica dejar por completo esos gustos culposos, sino saber medirse y aceptar las consecuencias de los mismos. Involucrar a otras personas, como amigos o pareja puede ayudar a no perder el objetivo.
Ejercicio físico – La OMS recomienda 30 minutos de actividad física diaria. Aunque estos requerimientos varían dependiendo la edad, lo más importante es evitar el sedentarismo; si en el trabajo o escuela tienes que estar sentado por muchas horas seguidas, al llegar a la casa evita actividades que te mantengan sentado o acostado por más tiempo aún.
Sueño reparador – El tiempo recomendado de sueño varía según la edad, pero siempre debe de ser continuo. Los niños hasta los 5 años deben dormir un mínimo de 12 horas en promedio por día, de 6 a 18, cerca de 9 horas, mientras que los adultos deben dormir entre 7 y 9 horas. Los efectos de no dormir lo adecuado varían dependiendo de la persona, sin embargo a la larga se terminan acumulando.
Actividad social sana – Este punto es puramente acerca de las amistades, las salidas, las pláticas y todo aquello que promueva un momento sano de convivencia. Como seres sociales, necesitamos esta convivencia para ventilar el estrés de la semana.
Lectura – Aunque es poco común en esta época, la lectura promueve un espacio para que la mente se fortalezca y evita el deterioro. Las habilidades cognitivas requieren de mayor práctica a mayor edad, ante esto, la lectura es una gran herramienta para desarrollarlas y mantenerlas.

Espacios de esparcimiento – Por último, es necesario tener momentos en los que estamos solos, pero con uno mismo. Disfrutar de bañarse, hacer un recuento del día, recordar viejos momentos, planear para el futuro, etc. Son estos momentos que te hacen conectarte contigo mismo y darte cuenta de cómo va todo en tu vida.

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