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viernes, 14 de octubre de 2016

Pasivo, agresivo... ¿Que tal asertivo?

El lenguaje es la principal forma de comunicación y para mantener relaciones saludables y armónicas es importante reconocer el tipo de actitud que tomamos al hablar.



Por costumbre tendemos a expresarnos, ya sea de forma agresiva o pasiva. En la primera decimos las cosas sin importar los efectos que en los demás pudiera tener; mientras que en la segunda nuestras necesidades quedan en último plano, dejando que los demás decidan por nosotros.

La conducta pasiva es aquella en la que la persona prefiere que los demás tomen las decisiones para evitar conflictos. En este caso los intereses, pensamientos y sentimientos quedan sin expresarse y puede ocasionar que no te sientas a gusto con las decisiones tomadas.

Una persona pasiva puede reconocerse por ser quien casi no opina y cuando lo hace es porque no le queda de otra. utiliza voz baja al hablar, evita mirar a los demás, sus ademanes son nerviosos y su postura refleja el deseo de esconderse. Utiliza palabras como"puede ser" "lo que digan los demás" "te importaría si..."

Los efectos de este tipo de conducta pueden ser que la persona sienta que no la respetan, se sienta frustrado, inhibido. Puede caer en depresión o adicciones y perder oportunidades de mejora.

La conducta agresiva es en la que se expresan los deseos y necesidades con el objetivo de ganar, dominando y en ocasiones humillando a los demás física o emocionalmente.

Una persona agresiva tiende a decidir por los demás, causar conflictos, hiere a otras personas. Sus gestos y ademanes son de amenaza, al hablar su voz es fuerte e interrumpe constantemente para dar su opinión.



La asertividad es la mejor actitud que podemos tomar. Es la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada. Para ser asertivos requerimos de pensar realmente lo que queremos decir, siempre tenemos que tener en cuenta el objetivo de la plática, de de tus necesidades y de las consecuencias de lo que se dice. Esto requiere práctica para convertirse en un hábito

Una persona asertiva se siente relajado y cómodo con el resto de las personas, utiliza un tono de voz normal y ademanes fluidos, resuelve problemas y crea oportunidades. Es un balance entre ambos ya que busca lo mejor tanto para él como para los demás.

¿Cómo podemos ser asertivos?
  1. Describir los comportamientos que te desagradan: “Cuando tu…”
  2.  Expresar tus sentimientos: “Yo me siento…”
  3.  Expresar los motivos y consecuencias: “Porque…”
  4.  Explicar petición: “Te pido por favor que…”
Un ejemplo de esta técnica ante una situación de una persona que llega reiteradamente tarde a las reuniones sería el decirle cuando tu llegas tarde a la reunión yo me siento frustrado porque pierdo el tiempo esperándote y esto me hace pensar que no respetas mi tiempo, por lo que te pido por favor que llegues puntual a nuestras reuniones”. 

viernes, 16 de septiembre de 2016

Chancleta vs. paciencia y comunicación




Para la mayoría de los mexicanos, se nos ha crecido con chancleta en mano (o hasta cinturón). Sin embargo en los últimos años han surgido diversas opiniones que han promovido evitar usar la chancleta y optar por métodos menos violentos de disciplina.


Cuando en una familia los límites y reglas son establecidos desde la infancia, el comportamiento adecuado de los niños favorece una convivencia placentera y una mejor comunicación entre los integrantes de la familia.
El problema con el que la mayoría de los padres se enfrenta al intentar probar, es que los niños se resisten al cambio, entonces los padres tiran la toalla y el poco o mucho avance que se pudo tener se ve frenado.

Como lectura recomendada tenemos los libros de Rosa Barocio, autora de Disciplina con amor, esta serie de libros trabaja las diferentes formas de abordar la instauración de límites y reglas en la familia


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viernes, 12 de agosto de 2016

¿Que tipo de relación tienes con tus hijos?

Las formas de crianza se pueden categorizar en 4 opciones, es importante conocer cuál estamos utilizando en cada momento y cuales son las consecuencias de su uso


Estilo de crianza autoritario Los padres autoritarios son altamente demandantes, pero no altamente receptivos. Estos padres puedes ser invasivos o no. Los primeros son la clase de padres que suelen decir "¡Hazlo porque yo lo digo!". Los padres autoritarios dan órdenes y esperan que sean obedecidas; la obediencia es premiada y la desobediencia, castigada. Estos padres suelen crear ambientes sumamente exigentes, con reglas de comportamiento claramente establecidas. En casos extremos, el estilo autoritario puede volverse abusivo.
Estilo de crianza democrático Los padres autoritativos abarcan ambas dimensiones de forma elevada. Son más compasivos que punitivos y tienden a valorar la independencia de sus hijos. Estos padres suelen hacer elecciones y dar razones. Algunos psicólogos consideran que es el estilo de crianza más efectivo. No parece haber una crianza extremadamente autoritativa.
Estilo de crianza negligente Los padres negligentes abarcan ambas dimensiones de forma reducida. Tienden a tener un filosofía de "vivir y dejar vivir" en la crianza de sus hijos. Los hijos de padres negligentes tienen permiso para hacer lo que quieren pero no cuentan con el apoyo para hacerlo. En casos extremos, esto se vuelve negligente.
Estilo de crianza permisivo Los padres permisivos son sumamente receptivos pero no demandantes. Son indulgentes y permiten un montón de comportamientos que otros padres no permitirían. Suelen evitar la confrontación. Pueden ser acusados por otros de "arruinar" a sus hijos. Los padres permisivos tienden a ceder ante las demandas de sus hijos pero, a diferencia de los padres negligentes, les brindan apoyo.

La relación que tenemos con nuestros hijos definirá que tipo de personas serán en el futuro. mate un momento para evaluar la relación que tienes con tus hijos y como mejorarla.



viernes, 5 de agosto de 2016

Identifica signos de violencia familar o de pareja

Una de las problemáticas más graves que enrenta la humanidad contemporánea es, sin duda, la violencia familiar. Ésta se ha realizado desde tiempos inmemoriales y ha estado presenten en la historia de todas las sociedades y culturas, pero, además, ha sobrevivido al proceso y transformación hacia la civilidad. Pese a ello, es de manera reciente que empeiza a reconocerse como un fenómeno que afecta no sólo a las familias, sino que limita el desarrollo humano y social en general.

Es importante estar conscientes de los diferentes grados y tipos de violencia que pueden aparecer dentro de la familia y en la vida de pareja. 

La imagen adjunta propone una forma rápida de identificar algunos de los tipos de violencia más comunes. Es importante notar que el grado de violencia va en aumento de no poner límite a la violencia. Ante cualquiera de éstos, es importante establecer límites que eviten que la violencia se propague.