El lenguaje es la principal forma de comunicación y para mantener relaciones saludables y armónicas es importante reconocer el tipo de actitud que tomamos al hablar.
Por costumbre tendemos a expresarnos, ya sea de forma agresiva o pasiva. En la primera decimos las cosas sin importar los efectos que en los demás pudiera tener; mientras que en la segunda nuestras necesidades quedan en último plano, dejando que los demás decidan por nosotros.
La conducta pasiva es aquella en la que la persona prefiere que los demás tomen las decisiones para evitar conflictos. En este caso los intereses, pensamientos y sentimientos quedan sin expresarse y puede ocasionar que no te sientas a gusto con las decisiones tomadas.
Una persona pasiva puede reconocerse por ser quien casi no opina y cuando lo hace es porque no le queda de otra. utiliza voz baja al hablar, evita mirar a los demás, sus ademanes son nerviosos y su postura refleja el deseo de esconderse. Utiliza palabras como"puede ser" "lo que digan los demás" "te importaría si..."
Los efectos de este tipo de conducta pueden ser que la persona sienta que no la respetan, se sienta frustrado, inhibido. Puede caer en depresión o adicciones y perder oportunidades de mejora.
La conducta agresiva es en la que se expresan los deseos y necesidades con el objetivo de ganar, dominando y en ocasiones humillando a los demás física o emocionalmente.
Una persona agresiva tiende a decidir por los demás, causar conflictos, hiere a otras personas. Sus gestos y ademanes son de amenaza, al hablar su voz es fuerte e interrumpe constantemente para dar su opinión.
La asertividad es la mejor actitud que podemos tomar. Es la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada. Para ser asertivos requerimos de pensar realmente lo que queremos decir, siempre tenemos que tener en cuenta el objetivo de la plática, de de tus necesidades y de las consecuencias de lo que se dice. Esto requiere práctica para convertirse en un hábito
Una persona asertiva se siente relajado y cómodo con el resto de las personas, utiliza un tono de voz normal y ademanes fluidos, resuelve problemas y crea oportunidades. Es un balance entre ambos ya que busca lo mejor tanto para él como para los demás.
¿Cómo podemos ser asertivos?
- Describir los comportamientos que te desagradan: “Cuando tu…”
- Expresar tus sentimientos: “Yo me siento…”
- Expresar los motivos y consecuencias: “Porque…”
- Explicar petición: “Te pido por favor que…”
Un ejemplo de esta técnica ante una situación de una persona que llega reiteradamente tarde a las reuniones sería el decirle “cuando tu llegas tarde a la reunión yo me siento frustrado porque pierdo el tiempo esperándote y esto me hace pensar que no respetas mi tiempo, por lo que te pido por favor que llegues puntual a nuestras reuniones”.